49 individuos de entre 18 y 59 años, 28 mujeres y 21 hombres, participaron en la investigación. De todos ellos, 10 mujeres (20,4%) y 9 varones (18,36%) dieron positivo. El alto porcentaje de casos positivos causó preocupación en el equipo de investigación que compartirá sus resultados con las autoridades de salud del departamento.
El estudio fue dirigido por María del Rosario Córdova, Shirley Campos Robles y Patricia Avilés, con el apoyo de estudiantes de la carrera de Bioquímica de Unifranz. La toma de muestras se realizó in situ y se procesaron en laboratorios de la universidad en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, mediante el método de ELISA.
El hallazgo de una vinchuca portadora de Chagas en Reina del Oriente, un barrio relativamente nuevo, fue la señal de alerta para la realización del estudio. Esta zona se caracteriza porque está poblada de migrantes de otros departamentos (57,89%), por lo que es probable que se hayan contagiado antes.
Otro dato que se obtuvo, a partir de la información proporcionada por las personas que participaron en el estudio, es que más de la mitad de los casos tiene conocimiento que padecen la enfermedad (60% mujeres y 55% hombres).
Qué es el Chagas
Se trata de una afección parasitaria, sistémica, crónica, transmitida por vectores y causada por el protozoario Trypanosoma cruzi. Se considera una enfermedad muy relacionado con aspectos socio-económico-culturales deficitarios. Además, se observa la desatención que rodea a los pacientes que padecen el Chagas.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se trata de una patología endémica en 21 países de las Américas, aunque las migraciones de personas infectadas pueden llevarla a países no endémicos de América y otras regiones del mundo.
El principal mecanismo de transmisión es vectorial, por hemípteros (chinches o vinchucas), de la subfamilia Triatominae (con alimentación hematófaga). La vinchuca es el principal transmisor de la enfermedad hacia los hombres. Infectan a las personas expuestas a su picadura, al depositar sus heces en heridas de la piel o sobre mucosas.
Aunque la mortalidad ha disminuido significativamente, la enfermedad causa consecuencias irreversibles y crónicas en el corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso.
Síntomas de Chagas
Los síntomas del Chagas oscilan entre leves y graves, aunque muchas personas no presentan síntomas hasta que llegan a la etapa crónica. En la fase aguda de la enfermedad, los síntomas más recurrentes son hinchazón en el sitio de la infección, fiebre, fatiga, dolores del cuerpo y de cabeza, pérdida del apetito o agrandamiento del hígado o del bazo.
En tanto, los signos y síntomas de la fase crónica de la enfermedad pueden presentarse de 10 a 20 años después de la infección inicial, o pueden no manifestarse nunca. En casos graves, los signos de la enfermedad de Chagas pueden comprender latidos irregulares del corazón, insuficiencia cardíaca, paro cardíaco repentino, dificultad para engullir debido al agrandamiento del esófago o dolor estomacal.
“En la fase crónica son afectados los tejidos como una respuesta estimulada inicialmente por el sistema inmune, que ataca a nuestros propios tejidos, generando los denominados megas”, aclara Avilés.
El temor a la enfermedad se acrecienta por la falta de tratamientos efectivos para combatirla. Avilés aclara que “el tratamiento antiparasitario en la fase crónica no existe. Los médicos recurren a tratamientos correctivos como las cirugías o tratamientos clínicos para los pacientes infectados”.
Conocer la realidad epidemiológica en el país
Debido a las migraciones humanas y las condiciones socioeconómicas, el Chagas es una parasitosis de alta prevalencia en el país. Conocer esta realidad epidemiológica es imperativo a fin de dar soluciones a este tipo de problemas latentes.
“Una de nuestras funciones es colaborar no solo en el diagnóstico de enfermedades sino en las medidas de prevención y control y parte de esto es pilar fundamental la educación y conocimiento de la población en general”, indica Avilés.
Prevención
En Bolivia, existen tres regiones con presencia de la enfermedad de Chagas: Amazonía; Valles Interandinos y el Chaco Boliviano. La enfermedad tiene mayor prevalencia en las regiones rurales. Según el Ministerio de Salud, el Programa Nacional del Chagas realiza actividades de control vectorial y habría reducido los índices de infestación por el vector del 55% registrado en 1999 a 2,1% en 2015.
Datos del Ministerio de Salud dan cuenta que hasta hace más de una década habían 154 municipios endémicos en el país y que, actualmente, solo existen 39 municipios con presencia del vector. Se encuentran en la región del Chaco de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.
Las recomendaciones ofrecidas por parte del Ministerio de Salud para prevenir la enfermedad atacan a las condiciones estructurales. Por ello, apelan a no dormir en casas de barro, de adobe o con techo de paja. También sugieren colocar redes rociadas con insecticida sobre la cama cuando se habita este tipo de viviendas.
En menor medida, se dispone el uso recurrente de repelente de insectos sobre la piel expuesta.